Tu Primer Bebe...(y ahora...que sigue?... Guia de Ayuda)

 

Cambios en el cuerpo de la futura Mama

- En el primer mes, desaparece la regla, los pechos comienzan a crecer lentamente y algunas mujeres sienten pequeñas molestias. 

- En el segundo mes el crecimiento de los pechos es más evidente, comienzan las náuseas, la pesadez de piernas, el estreñimiento, las ganas de orinar con frecuencia, mayor salivación y, en algunos casos irritabilidad y somnolencia durante el día. 

- En el tercer mes las molestias mejoran, vuelve el apetito y comienza el aumento de peso. 

- En el cuarto mes la futura madre siente más calor y es posible que se intensifique el estreñimiento porque el estómago y los intestinos ralentizan su actividad. Puede aumentar la sudoración para facilitar la eliminación de desechos. En muchos casos la madre empieza a notar que el bebé se mueve. 

- Ya en el 5º mes, la embarazada consume unas 500 calorías por encima de lo habitual. El vientre se redondea. Como el feto se encuentra en una zona alta puede aparecer la sensación de ahogo. 

- Al llegar al 6º mes engorda unos 500 gramos por semana y duerme peor, conciliando mejor el sueño al acostarse sobre el lado izquierdo porque de esta forma no presiona la vena cava. 

- En el 7º mes el corazón late más deprisa y la circulación sanguínea se acelera, en general todos los órganos funcionan bajo mayor presión. 

- En el 8º mes se siente más pesada, nota algunas contracciones uterinas y otras molestias. La pelvis empieza a ensancharse y el feto adopta posición de bajar. A lo largo de este mes y del noveno la madre percibe menos movimientos del bebé porque dispone de menos espacio para moverse. 

- Al llegar al 9º mes el bebé puede pesar tres kilos de media, útero ha aumentado diez veces su tamaño y quinientas su volumen. Los movimientos son más torpes porque se ha desplazo su centro de gravedad, las molestias suelen aumentar. El parto puede producirse normalmente entre la semana 38ª y 41ª. 


Ahora vamos a focalizar en los ultimos 2 meses antes de la llegada del bebe... 

OCTAVO MES DE EMBARAZO:  

Seguramente a lo largo de los últimos meses has ido comprando algunas ropitas o habrás recibido regalos de familiares y amigos. No obstante, parece que últimamente mirar catálogos, ir de tiendas, preparar el cuarto del bebé, etc., se convierten en algunas de tus actividades preferidas y tienes la sensación de que te faltará tiempo para tenerlo todo a punto. 

Esa necesidad de prepararlo todo para la llegada del bebé se conoce como “síndrome del nido”. También en esta actitud las hormonas tienen alguna responsabilidad 

Si no lo ha hecho ya, es probable que el bebé se coloque con la cabeza hacia abajo y, cuando esto ocurra, será normal que sientas algún dolor difuso o contracción aislada en la parte baja del abdomen. El bebé cada vez se mueve menos porque dispone de poco espacio. Las molestias de los últimos meses, como el dolor de espalda, la acidez de estómago, la pesadez en las piernas, el estreñimiento, etc., se acentúan debido al sobreesfuerzo del organismo. 

A partir de ahora los controles médicos serán más frecuentes. En estos controles te practicarán tactos vaginales para evaluar la consistencia y la apertura del cuello del útero, también un registro cardiotocográfico con el objetivo de conocer el pulso del bebé y observar si existen contracciones. 

Si tu médico sospechara que tu pelvis es estrecha o el bebé demasiado grande, realizaría una radiopelvimetría, Con este examen radiológico, el médico podría hacer una valoración exacta del tamaño de la pelvis y, en función de la posición del bebé y la placenta, decidiría si el parto podría realizarse por vía vaginal o mediante cesárea. Los huesos de la pelvis no se dilatan y el bebé tendrá que pasar por ese espacio. 

Alrededor de la semana 36, si tu médico lo estima oportuno, te harán una citología para constatar que no existen gérmenes que puedan infectar al bebé al atravesar el canal del parto. 


Varices 

En estos últimos meses de la gestación probablemente sentirás cansancio, pesadez, hinchazón, hormigueo, e incluso picor en las piernas 
Durante la gestación, los factores genéticos predisponen para la aparición de varices, también el aumento de progesterona disminuye el tono de las venas que se dilatan para acoger mayor caudal sanguíneo y esto predispone a padecer varices y hemorroides. Pero existen otros motivos que pueden suponer la causa del problema, el más importante en este último trimestre es el aumento de tamaño del útero y del bebé que pueden presionar las venas iliacas y la vena cava. 

Para favorecer la circulación sanguínea y atenuar las molestias, conviene que camines una hora diariamente, que practiques natación u otro deporte suave, Procura no mantener una postura estática mucho tiempo. Si debes estar de pie, siéntate con las piernas en alto unos minutos cada hora como mínimo. Si, por el contrario, debes permanecer sentada, pasea unos minutos cada hora. Evita cruzar las piernas, flexiona los tobillos y las rodillas con frecuencia y mueve los pies dentro de los zapatos. Recuerda finalizar la ducha con agua de templada a fría desde los pies hasta las rodilla. El agua fría contrae los vasos sanguíneos. 

(super importante, si uno tiene obra social pregunte acerca de las cremas para la piel ya el medico se las debe recetar para obtenerlas gratis ''segun obra social'' o con descuento, estas cremas NO deben tener HORMONAS). 

Se hinchan las manos y los pies 

Como de costumbre, la responsable es una hormona. La hinchazón mejora normalmente con el descanso, pero hay algunas circunstancias que debes observar. Si la hinchazón se localiza en cara y manos, controla tu tensión. (La hipertensión, unida al exceso de retención de líquidos y a la presencia anormal de proteínas en la orina son síntomas de complicación que requieren intervención médica, sobre todo si además sufres dolor de cabeza intenso o alguna alteración visual.) 

Acidez y pesadez de estómago 

Problema tipico!! bueno no hay mucho secreto.. hay que aguantarsela.. se puede bajar con Milanta o con 3 tragos de leche. La acidez es producida por el movimiento de los intestinos y el lugar reducido del estomago dando lugar al utero. 

Molestias al respirar 

El útero, por su tamaño actual, oprime el diafragma y los pulmones, por eso te resulta difícil realizar la respiración profunda. ealiza respiraciones abdominales. Sentada con la espalda recta o de pie, toma aire por la nariz y llévalo al abdomen sacando la tripa, mantén el aire unos segundos y expúlsalo lentamente por la boca, metiendo la tripa hacia la columna. A la hora de dormir, eleva un poco el colchón en la parte que apoyas la cabeza para descansar mejor. Puedes hacerlo colocando unas mantas o almohadones debajo del colchón. 

Cuida el estreñimiento 

Como en meses anteriores, sufre una disminución de la movilidad gastrointestinal debida a la presión que ejerce el útero sobre el aparato digestivo y por causas hormonales. Es muy importante que intentes corregirlo para no sufrir las indeseables consecuencias. 

-Sigue una dieta equilibrada, rica en fibras. Alimentos como las ciruelas pasas, las alcachofas, el germen de trigo, el kiwi, las zarzamoras, etc, pueden servirte de ayuda 
-Toma entre un litro y un litro y medio de agua a diario, como mínimo. 
-Camina una hora diaria o haz ejercicio suave. 
- No tomes ningún tipo de laxante que no te haya mandado el médico. 
-El tomar infusiones o tisanas de hierbas puede ser efectivo, pero también puede tener efectos secundarios que alteren tu salud. Para tomar estos remedios naturales, consulta primero con tu médico. 
- Es posible que aparezcan gases, para evitarlos come despacio, mastica bien la comida, evita las bebidas gaseosas, los picantes, los fritos, las especias y los alimentos indigestos. Una infusión de anís después de las comidas es inofensiva y puede prevenir la aparición de gases. 


Hemorroides 

El mejor modo de prevenir su aparición es evitar el estreñimiento y procurar buena circulación sanguínea en la zona. 

- En cualquier momento del día, al tiempo que realizas otras actividades, contrae y relaja el ano varias veces. De este modo contribuyes a vaciar los nódulos de sangre y estimulas la circulación sanguínea en la zona. 
-Toma alimentos ricos en fibra, bebe mucha agua y procura no permanecer de pie demasiado tiempo. 
-Las molestias producidas por las hemorroides las puedes aliviar con baños de agua templada. 

primerizo 



NOVENO MES DE EMBARAZO:  

Si este es tu primer embarazo, a lo largo de este mes va a descender la cabeza del bebé para encajarse en la pelvis, preparándose para nacer. Si has tenido otros hijos o hijas, es posible que no encaje su cabecita hasta el inicio de las contracciones. 

Cuando el bebé encaje la cabeza notarás más sensación de comodidad porque el volumen del abdomen bajará disminuyendo la presión sobre el estómago y el tórax. Por el mismo motivo, tendrás necesidad de orinar con más frecuencia ya que la cabeza del bebé presionará la vejiga. 

¿Continuas con el “síndrome del nido”?. Tranquila, la mayor exigencia del bebé cuando nazca será estar a tu lado. Seguro que te sobra el tiempo para prepararlo todo y, si algo quedara pendiente, toda la familia estará a tu disposición para ayudarte. 

Es posible que, entre la semana 34 y 36, te realicen otra ecografía. Gracias a ella, el médico evaluará el estado del bebé y la placenta valorando como será el parto. 

Puede que te sientas como si hubieras estado embarazada toda la vida. La impaciencia de ver cuanto antes la carita de tu bebé y tomarlo en brazos es inmensa. También son enormes las ganas de deshacerte de la tripa que parece que ocupara todo tu cuerpo y te oprime por todas partes. ¡Animo!, ya estás en la recta final. 


Cuida tu espalda 

Recuerda lo que has aprendido en meses anteriores, mantén posturas saludables. Es tentador relajar el cuello y elevar los hombros al caminar o al permanecer de pie, pero te provocará molestias adicionales. Mantén la cabeza y el cuello erguidos y relaja los hombros, al agacharte flexiona las rodillas, al sentarte lleva los glúteos hasta el final del asiento y coloca la espalda recta. Es posible que no aguantes bien la postura de tumbada boca arriba para descansar la espalda o para dormir, si es así, colócate de lado con las piernas flexionadas colocando un cojín entre los muslos. Si toleras bien descansar boca arriba, túmbate en el suelo o en la cama con las piernas elevadas y calor seco en la zona lumbar. 


Mareos 

En esta última fase hay mayor propensión a sufrir mareos, e incluso algún desvanecimiento. Estos problemas se deben a la disminución de la tensión arterial y del riego sanguíneo en el cerebro. Al levantarte de la cama o de un asiento, hazlo despacio para no tener sensación de inestabilidad. Evita permanecer mucho tiempo de pie y en lugares cerrados, calurosos o saturados de personas. Si sientes un desvanecimiento, siéntate con la cabeza entre las rodillas o túmbate con los pies elevados para favorecer el riego sanguíneo cerebral. Para que la sangre lleva la cantidad de oxígeno adecuada a todas las partes del organismo, incluido el cerebro, respira correctamente y no pretendas demostrar fortaleza a los demás realizando esfuerzos. 


Incontinencia urinaria 

Los escapes involuntarios de orina es una problema bastante común en la gestación, sobre todo lo que se denomina “incontinencia al esfuerzo” que se produce al toser, reír, estornudar, etc. Este problema está provocado por el debilitamiento del esfínter que abre y cierra voluntariamente la salida de la orina de la vejiga y por la debilidad de los músculos del suelo pélvico que sostienen la parte baja del abdomen. 

- Controla la vejiga. Cuando sientas urgencia por orinar, intenta pensar en algo diferente para retrasar unos instantes el ir al cuarto de baño. A medida que te vayas ejercitando, ve incrementando el tiempo de demora. 
- Frecuencia horaria. Intenta establecer unas horas diarias específicas para ir al cuarto de baño. 
- Reeducación pélvica. Con el objetivo de fortalecer los músculos del suelo pélvico, puedes realizar ejercicios de contracción y distensión. 
-Puedes controlar estos músculos como lo haces con los del resto del cuerpo. Sé constante y repite los ejercicios varias veces cada día hasta que los automatices. En poco tiempo notarás la mejoría. En el caso de que no sufras incontinencia, trabajar estos músculos te irá muy bien para prevenirla en la etapa de posparto. 
- Aprieta los músculos del ano subiéndolos hacia arriba durante unos segundos, después relájalos. Este movimiento te vendrá muy bien cuando tengas gases. 
- Cuando estés miccionando, aprieta fuerte para cerrar el esfínter y contener la orina, después relaja el esfínter. Después de haber ejercitado esta actividad varios días, prueba a orinar de forma intermitente. 

SUPERAR LOS MIEDOS AL PARTO 

En estas últimas semanas es normal que las emociones se entremezclen. A medida que se aproxima el nacimiento del bebé, es posible que te sientas más irritable y malhumorada. Son muchos los sentimientos que te asaltan sin pedir permiso y, entre ellos, los protagonistas son, por una parte la impaciencia y el deseo de tener al bebé en brazos; y por otra, los miedos relacionados con el momento del parto. ¡Cuántas dudas!: ¿cómo sabré que ha llegado el momento de ir al hospital?, ¿sabré controlar el dolor?, ¿será un parto natural?, ¿nacerá bien el bebé?, etc. 

A lo largo del curso te lo hemos dicho en muchas ocasiones y has podido comprobarlo: el mejor modo de enfrentarte a los miedos es identificarlos, y la mejor manera de superarlos es estar informada. Las sesiones de preparación para el parto te proporcionan la información y la formación al respecto. No obstante, a continuación hacemos una descripción de los miedos más habituales y la información más imprescindible que debes conocer respecto a ellos. 




Saber si llega el momento del parto 


El temor a no saber si ha llegado el momento del parto es común a la mayoría de gestantes y, en muchos casos, lleva a acudir al hospital antes de tiempo. 

Los síntomas no siempre se perciben de la misma forma, ni aparecen en el mismo orden. Es aconsejable que acudas a la consulta de tu médico o al hospital en los casos que a continuación explicamos. El tocólogo o la comadrona realizarán la exploración para confirmar que el parto ha comenzado. Ante cualquier duda razonable, es mejor acudir al médico o al hospital. 

-La bolsa amniótica se rompe. Cuando esto sucede, los médicos prescriben la hospitalización, aunque el parto no haya comenzado, para controlar su evolución. 

- Normalmente, cuando se rompe la bolsa amniótica, suelen comenzar las contracciones y la primera fase del parto. No obstante, puede romperse la bolsa sin este inicio. En este último caso, el bebé se encuentra desprotegido y los especialistas proceden a provocar el parto si entre 12 y 24 horas no comienza de forma natural. Algunos médicos administran algún antibiótico para proteger al bebé de posibles infecciones. 

-También pudiera ocurrir que llegara el momento del parto sin haberse producido la rotura de la bolsa, en este caso el médico o la comadrona lo provocan. 
- Pérdida del tapón mucoso. El tapón es una sustancia densa y gelatinosa que se encarga de cerrar el cuello del útero para proteger al bebé de posibles infecciones. Al final del embarazo, el cuello del útero se va dilatando y el tapón puede ir desprendiéndose. En las madres primerizas puede ocurrir hasta 10 ó 12 días antes del parto. Las contracciones uterinas se suceden durante todo el embarazo, pero apenas son perceptibles para la madre. Para que el bebé nazca es necesario que el útero se contraiga, por eso durante el parto las contracciones son más intensas y eficaces. Las contracciones de parto se suceden con periodicidad, no ceden con el reposo, van acompañadas de un endurecimiento del abdomen, provocan molestias o dolor y se prolongan durante más de una hora. Aunque cada caso es diferente, las primeras contracciones aparecen cada 15 ó 20 minutos y su duración es menor a 20 segundos. Para controlar la duración debes contar el tiempo de endurecimiento del abdomen, no lo que dura el dolor. Progresivamente, la intensidad de las contracciones aumenta y disminuye el intervalo entre una y otra. Cuando comiences a sentir contracciones rítmicas, pero muy separadas en el tiempo de sucesión, es aconsejable esperar en casa antes de ir al hospital. En casa puedes leer, ver televisión, escuchar música, preparar la maleta o realizar cualquier actividad para estar más distraída. También es buen momento para hacer los ejercicios de relajación y respiración que has aprendido. No es necesario que permanezcas sentada o tumbada, puedes pasear, tomar una ducha caliente o pedir a tu compañero que te de un masaje. No es aconsejable comer o beber, ante alguna complicación no estarías preparada para recibir anestesia general. 

-Para muchas mujeres, la pérdida del tapón puede pasar desapercibida al confundirlo con el flujo. La mayor diferencia del tapón con el flujo es el color rosado que le dan los restos de sangre del cuello del útero. 

-Si compruebas la pérdida del tapón consulta con tu médico para que valore como se encuentra el cuello del útero. 
Pérdida de sangre. Una hemorragia ligera después de una exploración o al desprenderse el tapón mucoso es normal, pero conviene consultar con tu médico. Si la pérdida de sangre es brusca, debes acudir inmediatamente al hospital para que determinen la causa. 

- Sientes contracciones. Si las contracciones se presentan cada 5 minutos, duran entre 40 y 45 segundos y se mantienen durante una hora, es probable que el parto haya comenzado. En el hospital lo confirmarán. 

- Si has tenido partos anteriores, acude al hospital cuando las contracciones aparecen cada 10 minutos, en este caso la dilatación y el borramiento del cuello son simultáneos y el proceso suele ser más rápido. 


-Temor a no llegar a tiempo al hospital. Si es tu primer parto, no debes preocuparte porque desde el inicio de las contracciones hasta el nacimiento del bebé pueden pasar entre 4 y 10 horas aproximadamente. Esta media se reduce a 4 horas en los partos posteriores. La pauta te la van a indicar las contracciones. Los casos de partos repentinos en el camino hacia el hospital cuando se producen los primeros síntomas son excepcionalmente raros. 

-Miedo al dolor. Si esperas a tu primer bebé es normal que sientas este temor. Posiblemente, todas las mujeres con las que has hablado te hayan alertado sobre “los dolores del parto”. Cada mujer percibe el dolor de forma diferente y esta percepción está relacionada con la mentalización de la madre y el grado de relajación que pueda mantener. Además de la información que has recopilado en las clases de preparación al parto, repasa el apartado correspondiente al nacimiento, de este programa. Conocer con antelación las diferentes fases del parto, lo que ocurre en tu cuerpo y la evolución del bebé, te ayudará a controlar con más facilidad el miedo al dolor. Las técnicas de relajación y respiración que has aprendido mitigarán los dolores de las contracciones. Tu médico puede informarte sobre la posibilidad de vivir el parto de forma natural, o bien optar por la aplicación de anestesia epidural. 

-Miedo a no saber afrontar el parto. Muchas gestantes sienten temor a que el bebé pueda sufrir al pasar por la pelvis o bien temen empujar por miedo a rasgarse. En este aspecto debes estar tranquila porque la comadrona estará a tu lado apoyándote y asesorándote en todo momento. Tu médico ha valorado con antelación la salida del bebé a través de la pelvis y practicará la episiotomía en las últimas fases del período expulsivo. Este corte indoloro evitara que te rasgues de forma espontánea complicando la sutura. 

-Miedo a las posibles complicaciones. Es normal que sientas intranquilidad al pensar en la posibilidad de que el médico deba intervenir para ayudar al bebé a nacer. Intervenciones como las presiones sobre el abdomen (maniobra de Kristeller), la ventosa o los fórceps (actualmente está cayendo en desuso), son necesarias cuando la madre no puede empujar suficiente. Gracias a ellas se reduce la duración del período expulsivo y se alivia el sufrimiento de la madre, además de evitar el excesivo cansancio del bebé. Si el médico sospechara que existe algún riesgo para tu salud o la del bebé, recurriría a una cesárea. Las técnicas con las que cuentan actualmente los hospitales permiten realizar una extracción rápida del bebé. Por otra parte tu recuperación sería bastante rápida y la estética del cuerpo no resultaría muy dañada. 

-Temor por la salud del bebé. Aunque el seguimiento de tu embarazo ha sido exhaustivo y has podido observar al bebé en las ecografías, es normal que sientas algún temor por su estado de salud, todas las madres lo sienten. Tranquilízate porque los riesgos son mínimos 


prenatal 

NO HA LLEGADO EL MOMENTO DEL PARTO SI: 

· Las contracciones desaparecen cuando la madre cambia de posición o camina. 
· Las contracciones no son regulares, no aumentan la frecuencia ni la intensidad. 
· Las contracciones están acompañadas de movimientos del bebé. 
· Las pérdidas vaginales son parduzcas, sin sangre roja. 

 

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